La trufa negra variedad Tuber melanosporum Vitt. es sin duda alguna el producto gourmet por excelencia de las tierras de Castellón y Teruel. Codiciada por su intenso aroma y suave sabor, hongo ha sido tradicionalmente utilizado en la alta cocina. Sin embargo, ahora nosotros lo acercamos a tu cocina.
Nuestras trufas frescas pequeñas vienen, independientemente de la presentación que selecciones, cepilladas y con una fina capa de tierra o lavadas y desinfectadas por ultrasonidos, con una pequeña cata (dado que solemos comprobar su grado de madurez). Una cata es un corte superficial muy pequeño que permite que ofrezcamos las mejores trufas negras frescas que puedes llegar a encontrar. Gracias a este pequeño corte, aseguramos un producto de calidad en el que también se ha realizado un análisis de las esporas al microscopio, asegurando que la variedad que vas a recibir es Tuber Melanosporum.
¿Cómo conservo la trufa negra fresca?
No recomendamos que se conserve en el frigorífico más de 7 días. Si tienes pensado conservarla más tiempo, una buena idea es congelarla e ir consumiéndola, guardando siempre la parte que no vaya a consumirse de nuevo en el congelador. Recuerda que nunca se debe descongelar la trufa por completo. Los pasos correctos son: sacar del congelador, rallar sobre el plato justo antes de comer y devolver el resto rápidamente al congelador.
Si necesitas un poco de inspiración para saber qué hacer con tu trufa negra fresca pequeña, te animamos a que visites nuestra sección de recetas.
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